Relación entre el exceso de peso y los padecimientos músculo-esqueléticos

La obesidad es una enfermedad crónica degenerativa, con características particulares desde el punto de vista fisiopatológico y con asociaciones mórbidas directas e indirectas evidentes, de ahí que,  la Organización Mundial de la Salud (OMS), define a la obesidad y el sobrepeso como “una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud” (s/f). 

De allí que, el sobrepeso y la obesidad producen un efecto nocivo en las articulaciones que soportan el peso corporal: raquis lumbo- sacro, coxofemoral o articulación de la cadera, rodillas y tobillos, ya que dichas articulaciones tienen una resistencia limite a las cargas a partir de la cual pueden lesionarse, sobre todo si éstas cargas son constantes como en el obeso. Así mismo, factores metabólicos contribuyen a la alta prevalencia de patologías articulares en individuos obesos, pues el tejido adiposo es un órgano secretor activo que puede contribuir a la respuesta inflamatoria o a la patogénesis de enfermedades articulares degenerativas o inflamatorias.

 [...] Aunado a ello, el paciente obeso debido al déficit de ejercicio o actividad física presenta una disminución en la nutrición del músculo, lo que origina u ocasiona una hipotrofia muscular, acompañada de una baja resistencia y poca flexibilidad, sumado con las alteraciones de las estructuras periarticulares e intraarticulares acentúa la alteración biomecánica de dicho paciente.


Condición músculo-esquelética antes y después de la pérdida de peso

En diversos estudios sobre padecimientos músculo- esqueléticos se ha encontrado que existe una relación directa entre el dolor y la obesidad y que al reducir de peso corporal el dolor disminuye, siendo más notorio en los casos de dolor lumbar y de rodillas debido a la constante sobrecarga a la que se encontraban sometidas estas estructuras mientras que el paciente mantenía un sobrepeso u obesidad.

En uno de los estudios se evaluaron 48 pacientes antes y después (6-12 meses) de la pérdida de peso, dichos pacientes tenían entre 35 y 45 años y obesidad con un IMC superior a 51Kg/m² (obesidad extrema), antes de la pérdida de peso presentaban 100% complicaciones músculo- esqueléticas y articulares. En la evaluación final (6-12 meses después) habían perdido en promedio entre 25-50 kg y su IMC había disminuido por debajo de 40 Kg/m² y las complicaciones músculo-esqueléticas habían disminuido significativamente de la siguiente manera 90% dolor cervical, 83% dolor lumbar, 83 % dolor en extremidades inferiores y 92% las fibromialgías.

Osteoartritis (OA) y obesidad

Es  una  enfermedad  que  afecta  a millones de personas en el mundo y que se caracteriza clínicamente por dolor articular al movimiento, generando como resultado discapacidad progresiva y disminución en la calidad de vida, se caracteriza por la degeneración, destrucción y potencialmente la pérdida del cartílago articular. 

La OA está relacionada con numerosos factores de riesgo. Entre ellos, la obesidad, debido a la gran carga mecánica, que, junto a factores bioquímicos y sistémicos unidos al metabolismo alterado de los lípidos, contribuye al desarrollo de esta enfermedad. 

El incremento en la carga mecánica es un componente esencial entre la obesidad y la OA de las articulaciones que soportan peso. En un estudio, encontraron que hasta 83% de las mujeres con OA de rodilla eran obesas comparadas con el 42% del grupo control, en otro estudio de casos y controles pareado de 675 sujetos, se determinó que en aquéllos con un índice de masa corporal (IMC) ≥30 kg/m², el riesgo de OA de rodillas fue de hasta 6.8 veces más que los controles con peso normal.

Rol del fisioterapeuta ante un paciente con obesidad

Las acciones del fisioterapeuta como integrante del área de la salud de están orientadas a la valoración, evaluación, prevención, promoción, habilitación y rehabilitación, con el propósito de diagnosticar, y cuantificar las deficiencias en las estructuras y funciones corporales, las limitaciones funcionales y las restricciones en la participación, producto de las alteraciones en los diferentes sistemas corporales que se relacionan con el movimiento corporal, con el fin de lograr la mayor independencia posible, mejorar la calidad de vida y contribuir con ello al desarrollo social. De allí que, el fisioterapeuta por medio de diversas técnicas funcionales es un complemento a la dieta y al ejercicio físico a la hora de combatir la obesidad, para la recuperación de las funciones de las estructuras involucradas en la perdida de la movilidad producto del aumento de peso.
Distintas técnicas empleadas en fisioterapia permiten al paciente con obesidad o sobrepeso mejorar estructuras corporales a su vez restaurar su autonomía mediante movimientos y posturas precisas que alivian la tensión de este, permitiéndole movilizar las articulaciones. Así pues, está claramente probado que los tratamientos fisioterapéuticos para personas que padecen obesidad permiten  que vuelvan a poder hacer ejercicio físico, una pieza fundamental a la hora de luchar contra el trastorno, además que permite reducir grasas, así mismo, el fisioterapeuta puede jugar un papel importante en la promoción de la salud y hábitos de vida saludables reforzando el trabajo del resto del equipo multidisciplinario.

Referencias

https://es.slideshare.net/vincenzof28992/salud-y-rol-del-fisioterapeuta
https://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs311/es/
Díaz, Daniel, obesidad y su relación con las alteraciones osteoarticulares en el ser humano. Colegio mexicano de bariatrica. Mexico. 2009
Godínez, Sergio. Alteraciones musculoesqueléticas y obesidad. Revista de Endocrinología y nutrición vol.9, n°2 abril-2001.
https://www.medigraphic.com/pdfs/invdis/ir-2014/ir142b.pdf
(Texto extraído del artículo completo de Vincenzo )

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